Quantcast
Channel: Canarias Gráfica » Psicología
Viewing all articles
Browse latest Browse all 71

¿Enredad@s?

$
0
0

Por Leocadio Martín*

“Vivimos en un mundo complicado”. Esto es lo que me suelen contestar, cuando sugiero a alguien que puede cambiar algunas cosas en su vida para ser más feliz y disfrutar el presente. Es una de las respuestas más comunes, junto con “yo ya no tengo edad, no tengo tiempo, es lo que toca…” y otras variaciones que esconden una sensación que no nos gusta tener. No sentimos que estemos controlando nuestra vida.

Es como si hubiésemos tirado la toalla de nuestra existencia. No queremos luchar porque, literalmente, no sabemos por donde empezar. Y nos asusta mucho. Es por esto que, en muchas ocasiones, los cambios son bruscos, percibidos como un ataque o como una rendición.
Perdemos los nervios y rompemos con todo, saliendo alocadamente de una situación que nos supera y llevándonos por delante todo lo que aparece como un obstáculo.
Es lo que provoca el miedo. Y vemos así como la ansiedad, la depresión, la ira, y muchas otras reacciones psicológicas hacen que personas que parecían estar bien pierdan el control y parezcan desconocidos.

Y ¿cómo podemos evitar esto? La respuesta más evidente la lleva dando hace mucho tiempo la psicología clásica. Programas de autocontrol emocional, de manejo del estrés, o de cualquier otro tipo que ha podido ayudar a muchas personas a poner un cierto orden en su día a día. Pero debemos entender que esto no es suficiente. Claro que es necesario acudir a un clínico cuando sentimos estar perdiendo el control. Ahí está la clave. Si además aprendemos a ser conscientes del camino que nos ha conducido a sentirnos así, todavía mejor. A medida que avanzamos en nuestra vida vamos tomando decisiones que se van acumulando en nuestra experiencia. Estas decisiones pueden implicar desde cambiar de residencia hasta suscribirnos a un nuevo operador de telefonía. Son compromisos que adquirimos casi sin darnos cuenta y que se cargan en nuestra mochila. Me gusta denominarlas decisiones instrumentales. Algunas más necesarias que otras, pero ahí están, ocupando un espacio en nuestra mente del que a veces no somos conscientes.

Esta suerte de llenado que vamos practicando a lo largo de nuestra vida y que nos va enredando, es una de las mayores fuentes de descontrol incontrolado que sentimos. Una sensación de que no queda espacio para nada más. Y lo que es peor, que nada de lo que hay, nos llena.

Porque este es uno de los principales efectos de enredo en el cuál sentimos estar. Parece como si todo cayese en un mismo saco de insatisfacción. Aquello que es importante en nuestra vida se mezcla con lo que no lo es, y nos vemos enfadándonos con nuestros hijos porque nos hemos olvidado de pagar el agua. Nos obsesionamos con lo instrumental, olvidamos lo importante y nos refugiamos en lo inútil, de nuestras vidas. O dicho de otra forma, nos preocupa más si no funciona la lavadora que el estado de ánimo de nuestra pareja e, inexplicablemente, nos encontramos perdiendo el tiempo viendo algo que nos anestesia, en la televisión. Esto es enredarse. Pero tiene solución.

Viene de la consciencia. Si manejamos aquello rutinario, obligatorio o instrumental con orden y organización, prestándole el mínimo de esfuerzo emocional, lo automatizamos e incorporamos a nuestra vida. Esto rebaja, en gran manera, la tensión emocional que pueda manchar las áreas importantes de nuestra vida, las que nos apasionan. Y reduce, enormemente la necesidad de buscar actividades inútiles o atontadoras. Nos estaremos centrando en lo que tiene significado para nosotros. En lo que siempre lo ha tenido.
Ahora solo tienes que ponerte a ello. Decide quienes y que es importante en tu vida y dedícales tu tiempo y entusiasmo.

www.leocadiomartin.com
@LeocadioMartin
facebook.com/leocadiomartincambiate


Viewing all articles
Browse latest Browse all 71

Latest Images

Trending Articles





Latest Images